Al principio, Robbie no sabía cómo revertir el rumbo del bote, hasta que halló una cuerda colgando. Entonces la mordió con todas sus fuerzas y nadó contra la corriente, arrastrando la embarcación detrás de sí.
Desde tierra firme lo aguardaba su dueño, que no paró de alentarlo mientras intentaba salvar a los otros dos perros, y lo recibió con una felicitación una vez que cumplió su tarea.
La presencia del hombre hizo sospechar a muchos usuarios de YouTube que comentaron el video de que podía tratarse de algún tipo de entrenamiento. Otros, considerándolo un auténtico rescate no programado, criticaron al dueño del héroe por no introducirse en el río para ayudar a los animales.
Los dos canes rescatados, poco agradecidos con su salvador, salieron corriendo ni bien bajaron del bote.
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