El pasado domingo el estado de Nuevo León amaneció con una tétrica noticia, los primeros informes indicaban que se habían encontrado más de 30 cuerpos tirados en la Carretera Libre a Reynosa, en el municipio de Cadereyta. Luego las autoridades indicaron que eran 49, aunque una fuente confiable aseguró que eran 68 ejecutados, también había mujeres.
Las autoridades de Nuevo León informaron en una conferencia de prensa que los responsables de la masacre eran integrantes del grupo delictivo Los Zetas, y además afirmaron que los ejecutados no eran del estado, que podrían ser de otro país. Indicaron que solo habían encontrado los torsos, al mismo tiempo señalaban que era complicada la identificación porque no se hallaron cabezas ni manos.
El día de hoy aparecieron decenas de narcomantas en el estado de San Luis Potosí y de Zacatecas, mismas que estaban firmadas por Los Zetas y que iban dirigidas a los funcionarios que dieron la anteriormente mencionada conferencia de prensa.
Los Zetas se deslindaron de la masacre de Cadereyta y pedían a las autoridades de Nuevo León que se pusieran a trabajar y que investigaran bien, porque estaban equivocados al nombrarlos culpables del hecho registrado el pasado domingo.
Luego de lo informado, un usuario anónimo subió a YouTube una grabación donde se puede observar el momento en que son tirados los cuerpos en el municipio de Cadereyta.
La grabación dura casi siete minutos y en los mismos se puede observar la escena dantesca que tanto terror desató en Nuevo León. Los cadáveres fueron trasladados en un camión de carga, un hombre desconocido se encargó de filmar y al mismo tiempo dirigir la acción.
Varios jóvenes desconocidos se encargaron de bajar uno a uno los cuerpos del camión, para luego con un fierro arrastrarlos hasta donde les indicaba el desconocido que grababa el hecho.
Los jóvenes realizaron la acción con prisa en plena madrugada, ellos llevaban puestas bolsas de plástico transparentes encima de sus zapatos, pudiera ser para no ensuciarse o para evitar dejar huellas en el lugar.
Al mismo tiempo que acomodaban los cuerpos, se encargaban de colocar una narcomanta.
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